Los glúcidos son biomoléculas formadas por C, H y O exclusivamente, químicamente se definen como polialcoholes con un grupo aldehído o cetona. Sus funciones biológicas son fundamentalmente dos: energética y estructural. Excepcionalmente pueden contener átomos de otros elementos como nitrógeno (N), azufre (S) o fósforo (P).
Los glúcidos son aldehídos y cetonas, (contienen un grupo carbonilo C=O) que puede estar en el centro en forma de cetona (CO) o en los extremos en forma de aldehído (CHO) con múltiples grupos hidroxilo (-OH). También pueden presentar otros grupos funcionales (ácido, éster, amida, alcohol, etc).
Por la proporción entre sus componentes (CnH2nOn) se cometió el error de llamarlos de hidratos de carbono o carbohidratos (hidrato significa agua), aunque esta molécula no está presente. El término de azúcares sólo debe emplearse para aquellos glúcidos de sabor dulce (mono y disacáridos).
CLASIFICACIÓN
Podemos clasificar los glúcidos en dos grupos en función de composición y complejidad. Los más simples son las osas o monosacáridos (cadenas de entre 3 y 7 carbonos). La unión de estos monómeros da lugar a los ósidos. Destacaremos los oligosacáridos (2-10 monosacáridos) y los polisacáridos (más de diez, pueden ser miles de monómeros como el almidón). Se llaman heterósidos si los glúcidos están formadas por monosacáridos combinados con fracciones moleculares de naturaleza no glucídica como proteínas, lípidos y otras moléculas orgánicas diversas (alcoholes o fenoles).
En los siguientes apartados profundizaremos en cada uno de estos tipos de glúcidos.