Las angiospermas son el grupo más amplio y diverso de plantas. Se diferencian de las gimnospermas en que las semillas están protegidas por una estructura conocida como fruto. Sus flores son complejas y normalmente de colores llamativos con el objetivo de atraer insectos para que sean ellos quienes polinicen.
Cuando la flor está polinizada, el óvulo fecundado se convierte en semilla y la parte de la flor que lo rodea, conocido como carpelo, se desarrolla y da origen al fruto que protege a la semilla.
Las angiospermas conforman un grupo muy diverso y cuentan con más de 250 000 especies diferentes. Las podemos agrupar en monocotiledóneas y dicotiledóneas, en función de si los embriones tienen una o dos hojas embrionarias (cotiledones).
- MONOCOTILEDÓNEAS: Son las angiospermas con un solo cotiledón (hoja embrionaria). Debido a esto se caracterizan por no tener crecimiento de madera secundaria (en grosor9 por lo que no llegan a crear un tronco real. Las flores suelen tener pétalos y sépalos en múltiplos de tres. Dentro de este grupo destacan las orquídeas, los lirios, las gramíneas, las yucas o las palmeras. Pueden tener tanto interés ornamental como alimenticio.


- DICOTILEDONEAS: Son las angiospermas cuyos embriones tienen dos cotiledones. Al contrario de las monocotiledóneas, sí presentan crecimiento secundario formando troncos verdaderos y sus flores presentan pétalos y sépalos en números múltiplos de cuatro o cinco.
El Tajinaste rojo (Echium wildpretii) es un arbusto sin ramas con una forma similar a una lanza que puede llegar a alcanzar los 3 m de altura. Esta especie es endémica de Tenerife y únicamente se encuentra en el Parque Nacional del Teide, de ahí que se le conozca como tajinaste rojo del Teide. Florece en primavera, momento en el que se produce el contraste de colores entre los tonos oscuros de la lava y el rojo del tajinaste en flor. Es una especie muy importante para la producción de miel monofloral con denominación de origen propia.