Los recursos son el conjunto de elementos disponibles en la Naturaleza para satisfacer una necesidad. Los recursos naturales nos proporcionan alimentos, energía y materias primas y son extraídos sólo de aquellas zonas de la Tierra que nos resultan accesibles (litosfera, hidrosfera y atmósfera).
Las reservas son por tanto aquellos recursos que pueden ser explotados mediante el uso de la tecnología actual obteniendo un beneficio económico y cuya localización y cantidad se conocen detalladamente. Así se habla de reservas de petróleo, de carbón. La diferencia estriba en que recurso es un concepto medioambiental y reserva es un concepto económico pues está relacionado con la rentabilidad de su explotación. Una cierta concentración natural puede ser considerada como recurso o como reserva dependiendo de factores socioeconómicos como cambios en el consumo, aparición de nuevos productos, innovaciones tecnológicas, estrategias políticas, rentabilidad, oferta y demanda…

RECURSO RENOVABLES, NO RENOVABLES Y POTENCIALMENTE RENOVABLES
Según sus posibilidades de regeneración podemos agrupar los recursos naturales en:
a) Renovables: son aquellos que, una vez extraídos y utilizados se pueden regenerar, ya que forman parte de un ciclo natural, por lo que se puede decir que son inagotables. Son recursos renovables la energía solar, el viento, las olas, las mareas, las corrientes.

b) No renovables: son aquellos que existen en cantidades fijas sobre la corteza terrestre, ya que, al depender de procesos geológicos (muy lentos a escala de la vida humana), tardan mucho tiempo en regenerarse (cientos, miles o millones de años). Son aquellos que se están explotando a un ritmo superior al de su formación y por tanto, una vez agotados por completo, desaparecen para siempre. Son todos aquellos que se obtienen a partir de yacimientos o lugares donde se formaron a lo largo de millones de años. Se trata pues de recursos limitados que se van agotando progresivamente. Tal es el caso de los minerales y combustibles fósiles.
c) Potencialmente renovables: son recursos que se renuevan mediante procesos naturales en un tiempo relativamente corto (meses, años o decenios), pero cuya existencia futura está condicionada a su reposición. Cada vez es más complicado y costoso potabilizar agua debido a la cantidad de contaminantes presentes en los ambientes acuáticos superficiales y subterráneos de donde se extrae. La tala indiscriminada de bosques también se produce a mayor velocidad que la de reproducción o recuperación de los árboles que lo componen así como el suelo. Es por ello que estos recursos, aun siendo renovables, la especie humana puede convertirlos en no renovables.

En conclusión, los peces, los bosques, el aire limpio, el agua de los ríos y la biodiversidad, son potencialmente renovables siempre y cuando su ritmo de utilización no sobrepase su velocidad de regeneración.
LOS IMPACTOS AMBIENTALES
Un espacio natural, es una parte del territorio de la Tierra que se encuentra escasamente modificado por la acción de la especie humana. Impacto se define como toda alteración del entorno provocada por la acción humana. Esta definición implica tanto efectos positivos (restauración de un paisaje o de un ecosistema alterados) como negativos (degradación de los suelos, deforestación, contaminación…).

Relación entre la humanidad y el medio ambiente
Desde siempre, la especie humana ha interaccionado con el medio y lo ha modificado, los problemas ambientales no son nuevos. Sin embargo, lo que hace especialmente preocupante la situación actual es la aceleración de estas modificaciones, su carácter masivo y la universalidad de sus consecuencias. Nos enfrentamos a una auténtica crisis ambiental debido a nuestro modelo económico, tecnológico y cultural que ha depredado la naturaleza.
Durante milenios la población del planeta creció lentamente, pero las revoluciones agrícola e industrial, la mejora en las condiciones higiénicas y otros adelantos explican el acelerado crecimiento de la población mundial, que cuenta actualmente con más de 7.800 millones de habitantes (2020). ¿Crees que el problema ambiental de nuestro planeta es la superpoblación?¿Has pensado sobre cómo nuestro modelo socioeconómico de consumo masivo, favorece situaciones de grave desigualdad, en la que el 20% de la población mundial rica se reparte el 80% de los recursos?

La población de la Tierra presenta, además, acusados contrastes en su distribución espacial y notables desequilibrios en su composición. El 90% de la población mundial vive en países desarrollados del Hemisferio Norte y la brecha que separa a los países desarrollados de los países en vías de desarrollo, en el Sur ha aumentado en las últimas décadas.
En los Países ricos (Norte), la población presenta una tasa de natalidad y mortalidad baja y la población envejece de forma alarmante. Presenta elevada esperanza de vida, renta per cápita alta, alto nivel de vida, sobrealimentación y es una sociedad consumista y despilfarradora.
En los Países subdesarrollados (Sur), existe una elevada tasa de fecundidad (explosión demográfica), la población es joven y la esperanza de vida y renta per cápita son bajas.
Debido a la creciente deuda externa, los países no industrializados han de sobreexplotar sus recursos para conseguir pagar los intereses generados por sus deudas externas, no pudiendo invertirse este dinero en la construcción de las infraestructuras necesarias, lo que alimenta la espiral de pobreza familiar y degradación del entorno.
