¿Sabes relacionar tejidos animales con sus células características, asociando a cada una de ellas la función que realiza? ¿Podrías relacionar imágenes microscópicas con el tejido al que pertenecen?

El tejido nervioso es un tejido formado principalmente por dos tipos celulares: neuronas y glía. Su misión es recibir información del medio externo e interno, procesarla y desencadenar una respuesta. Es también el responsable de controlar numerosas funciones vitales como la respiración, digestión, bombeo sanguíneo del corazón, regular el flujo sanguíneo, control del sistema endocrino, etcétera.

En mamíferos, no se ha detectado una generación importante de nuevas neuronas, lo que se denomina neurogénesis. En roedores se ha encontrado que se producen neuronas nuevas en algunas regiones de encéfalo (bulbo olfativo e hipocampo), pero en humanos no está totalmente claro si ocurre así.
El tejido nervioso está aislado tanto de la sangre como de los tejidos circundantes. Existe una barrera hematoencefálica que controla estrechamente el trasiego de sustancias entre la sangre y el tejido nervioso. En el SISTEMA NERVIOSO CENTRAL, encéfalo y la médula espinal están aislados del hueso, tanto cráneo como vértebras, por unas membranas denominadas meninges. En el sistema nervioso periférico las neuronas pueden estar aisladas o agrupadas formando ganglios y nervios, que corren por el cuerpo hasta sus lugares de destino.
Las neuronas están especializadas en la conducción de información eléctrica gracias a variaciones en el potencial eléctrico-químico que se produce en la membrana plasmática. Estas células se pueden dividir en tres compartimentos:

- Cuerpo celular (donde se localiza el núcleo de la célula)
- Árbol dendrítico, es el principal receptor de la información de una neurona, información que recibe de multitud de otras neuronas y de receptores sensoriales, integra dicha información y la dirige al cuerpo celular. El número, tamaño y disposición de las dendritas que posee una neurona es muy variable.
- Axón, es una única prolongación por donde viaja la información procesada hacia otras neuronas o a células musculares.

Las neuronas se comunican entre sí o con las células musculares gracias a la existencia de mediadores químicos denominados neurotransmisores. Esto ocurre en unas zonas especializadas denominadas sinapsis. El neurotransmisor es liberado por la neurona presináptica a la hendidura sináptica y difunde hasta la superficie de la neurona postsináptica, que posee receptores específicos para él. La unión del neurotransmisor al receptor produce un cambio en el potencial de membrana de la neurona postsináptica.

Cuando la neurona está en reposo, la distribución de iones (Na+ y K+) a ambos lados de la membrana plasmática es desigual. Los canales iónicos se mantienen cerrados y la bomba de Na-K mantiene este desequilibrio de cargas con un gasto de ATP. La parte exterior de la membrana es más positiva.
Cuando la neurona se estimula, los canales de Na+ se abren y este ion entra masivamente en la célula, invirtiendo la polaridad. Este cambio de iones se denomina potencial de acción o impulso nervioso. A medida que los canales de Na+ se van abriendo en las zonas consecutivas, en dirección hacia la zona eferente, la despolarización avanza por el axón. Los canales que van quedando por detrás del avance del impulso se van cerrando muy rápidamente. Una neurona puede transmitir de 500 a 1000 impulsos por segundo.
Algunas neuronas también liberan otras sustancias denominadas neuromoduladoras, con acciones no tan localizadas. Las denominadas células neuroendocrinas liberan hormonas que pasan al sistema sanguíneo y ejercen su acción en otras partes del organismo.
Las células gliales pueden dividirse por mitosis, al contrario que las neuronas, y son tan numerosas como las propias neuronas. Hay diversos tipos de células gliales:
- Astrocitos, actúan como soporte mecánico y metabólico de las neuronas, rodean a los vasos sanguíneos y tapizan la superficie del encéfalo. También participan en la modulación de la actividad sináptica. Además, proliferan en las heridas o infartos cerebrales ocupando el lugar de las neuronas muertas.
- Oligodendrocitos y las células de Schwann, forman las vainas de mielina que rodean a los axones de las neuronas en el encéfalo y en el sistema nervioso periférico, respectivamente.
- Microglía, se relaciona con funciones de defensa frente a patógenos o lesiones nerviosas puesto que actúan como fagocitos. Estas células no proceden del linaje celular que da lugar a las neuronas, sino que son producidas en la médula ósea e invaden el tejido nervioso desde los vasos sanguíneos.