El ciclo cardíaco constituye la secuencia de contracciones y relajaciones que suceden en el corazón dando lugar a un latido. Dado que el corazón está formado por dos bombas conectadas en serie, que funcionan a la par, mientras la parte derecha impulsa la sangre hacia los pulmones, la izquierda impulsa la sangre hacia el resto del organismo. Durante el ciclo cardíaco tiene lugar la contracción y relajación completa del miocardio. El ciclo cardíaco mueve de 4 a 6 litros de sangre por minuto en reposo, pero puede llegar a 20 – 30 l/min.

El funcionamiento del corazón consiste en movimientos coordinados, de contracción o sístole y de la relajación o diástole, de las aurículas y los ventrículos, donde las válvulas permiten el paso de la sangre de las aurículas a los ventrículos y evitan su retroceso.[/caption]
El latido o ciclo cardíaco se puede dividir en tres fases:
Sístole auricular: las aurículas se contraen a la vez, se abren las válvulas mitral y tricúspide, y sangre adicional es impulsada hacia los ventrículos, que se encuentran en diástole. Las Válvulas semilunares están cerradas y se completa el llenado ventricular.
Sístole ventricular: se produce la contracción de los ventrículos, se abren las válvulas semilunares y la sangre sale impulsada por las arterias pulmonares y aorta, hasta que los ventrículos se vacían. Las válvulas mitral y tricúspide permanecen cerradas, impidiendo el retroceso de la sangre a las aurículas. Durante la sístole ventricular, las aurículas están relajadas y sus cámaras vuelven a llenarse de sangre.
Diástole general: las aurículas y ventrículos se relajan, las aurículas continúan llenándose de sangre. Las válvulas semilunares de las arterias permanecen cerradas impidiendo que la sangre retorno de las arterias al corazón, las válvulas auricular ventriculares momentáneamente abiertas, luego se cierran, de modo que se van llenando aurículas. Al disminuir la presión en los ventrículos, las válvulas mitral y tricúspide se abren y la sangre comienza a llenar los ventrículos.

El llenado de los ventrículos se realiza durante la diástole general (70%) y la sístole auricular (30% restante).
Si se utiliza un estetoscopio pueden oírse dos sonidos distintos durante cada ciclo cardiaco. El primer ruido cardiaco se debe al cierre de las válvulas AV. El segundo ruido cardiaco se debe al cierre de las válvulas semilunares al final de la sístole. El primer sonido cardiaco es más largo y alto que el segundo, que tiende a ser breve y bajo.
Un soplo es un ruido silbante, chirriante o áspero que se escucha durante un latido cardíaco. El ruido es ocasionado por un flujo sanguíneo turbulento (desigual) a través de las válvulas cardíacas o cerca del corazón. Los soplos cardíacos pueden presentarse en el nacimiento (congénito) o desarrollarse más adelante en la vida. Un soplo cardíaco no es una enfermedad, pero puede indicar un problema cardíaco no diagnosticado.
A menudo, los soplos cardíacos son inocuos (inofensivos), por lo que no necesitan tratamiento. Algunos soplos cardíacos pueden requerir pruebas de seguimiento para asegurarse de que no sean a causa de un trastorno cardíaco grave no diagnosticado. Si es necesario, el tratamiento está orientado a la causa del soplo cardíacos. Son comunes en los niños y no requieren tratamiento alguno ni cambios en el estilo de vida. En la mayoría de los casos los soplos funcionales desaparecen al llegar a edad adulta.
Otros soplos son síntomas de un problema cardíaco más grave. En estos casos, el sonido podría indicar que la sangre produce reflujo, por una válvula cardíaca que está dañada o que realiza un esfuerzo excesivo, que puede haber un orificio en una de las paredes del corazón o que existe un estrechamiento en uno de los vasos sanguíneos del corazón.