Uno de los factores más importantes en la formación de minerales a partir de un magma, es la velocidad con la que se produce el enfriamiento. Si ocurre lentamente, los componentes del magma se solidifican dando lugar a cristales de tamaño considerable; los primeros en formarse son los de los minerales de mayor punto de fusión, y como se encuentran inmersos en una masa líquida pueden crecer sin ningún tipo de restricción. Por el contrario, si el enfriamiento ocurre rápidamente los minerales no llegan a cristalizar, sino que solidifican en estado vítreo.

En algunos casos las reacciones dentro del magma se producen sin que el mineral se destruya. La red cristalina permanece, pero algunos de los iones que se habían incluido en ella son sustituidos por otros. Un ejemplo de esto es lo que ocurre entre la ANORTITA y la ALBITA. (LA ESTRUCTURA CRISTALINA NO CAMBIA, LA COMPOSICIÓN QUÍMICA SÍ)

En otras ocasiones, con el descenso de la temperatura, el mineral formado deja de ser estable y reacciona con el magma fundido. Parte del mineral original desaparece, cambia su estructura que es sustituida por otra diferente, estable en las nuevas condiciones. El ejemplo más típico de esta clase de procesos es la serie de reacción discontinua; cuando el magma se enfría, parte del OLIVINO se descompone, y en su lugar se forman PIROXENOS. Más adelante, si el magma sigue enfriándose, los piroxenos también dejan de ser estables y son reemplazados por ANFÍBOLES. (CAMBIA LA ESTRUCTURA Y LIGERAMENTA LA COMPOSICIÓN, CON ENRIQUECIMIENTO PROGRESIVO DE Al, Ca Y Na)